Hablando de funcionalidad...
La utilización del instrumento simplemente nos diferencia de los animalitos de la creación.
De esto les vengo a hablar el día de hoy, prepárense o ignórenme, como quieran.
Es importante tener claro que el hecho que al realizar ciertas actividades como comer, acicalarnos, cazar, incluso hasta reproducirnos estemos utilizando alguno o varios instrumentos como apoyo no significa necesariamente que esto nos haga seres “desarrollados” con una tendencia al “progreso”.
Sí, ajá, no me pelen, pero seguramente cuando ven en Pornotube a la señorita chichis utilizar un instrumento sobre su escroto con esa habilidad y destreza, ella o él está teniendo una idea clara del dominio de la razón instrumental Marxiana, que la hace a él o ella junto con #n conejitas de Hugh Hefner, más evolucionados que cualquier especie animal. Puede que sí, no las juzgo, pero cuesta trabajo creer que por el simple hecho de utilizar un dildo electrónico son seres desarrollados.
En un contexto cronológico acostumbramos decirle “primitivo” a lo que precede y “desarrollado” o “evolucionado” a lo posterior. Así mismo, constantemente nos es necesario hacer hincapié en la diferenciación de lo salvaje a lo civilizado, lo manual a lo instrumental, lo analógico a lo digital, lo viejo a lo nuevo, etc.
En estos días ha venido sonando una palabra que le debemos al señor Jobs, y, me llama la atención por la significación que tiene en nuestra cultura y sus implicaciones, me refiero a la tecnología "Touch" (sí, así se dice científicamente).
Para una simple mortal como yo es difícil entender cómo "lo touch" puede ser un instrumento tecnológico moderno y a la vez satisfacer mi necesidad manual “primitiva”.
Ya que en una perspectiva fetichista nuestra necesidad a esos objetos funciona eficazmente pues responde a la devoción objetual propia de los artículos de masas que a como dé lugar queremos poseer, además de la incertidumbre e incomprensión propia de un avance tecnológico que no entendemos su funcionamiento, pues está muy alejado de esa explicación tan a la mano que teníamos de los transistores o circuitos "en la antigüedad". No, esto ya nada que ver y lo increíble es que nos seduce por el hecho mismo de no comprender sus procesos o su funcionamiento tecnológico. No es de esos aparatos que fácilmente abramos con un desarmador y descubramos cómo funciona. No obstante, al tenerlo y sólo tocarlo, activa los más primigenios estímulos sensoriales que nos llevan a la seducción y devoción por el objeto, ohh!!
Sin embargo, bajo las perspectiva del progreso, ante tanta "manualidad" o "tactibilidad" que requiere lo touch para llevar a cabo ciertas instrucciones, caemos en arcaísmos haciéndolo más manual que lo digital, incluso más manual que lo manual. ¿Hacer un zoom con los dedos en un iphone? ¿click a una liga con las yemas? ¡¡iaaak!! es como comer con las manos, ¿no?
Esto podría ser un claro ejemplo de aquella hipótesis que decía que el instrumento suele responder no sólo a necesidades utilitarias sino a hedonismos narcisistas.
Conclusión. Me dijeron por ahí que mis textos nunca llegan a nada, a lo que respondo:
Un día vi a un perro masturbarse con una lámpara, lo que me provocó pensar en el excelente manejo de la razón instrumental. Los dejo con ese pensamiento, damitas.
De esto les vengo a hablar el día de hoy, prepárense o ignórenme, como quieran.
Es importante tener claro que el hecho que al realizar ciertas actividades como comer, acicalarnos, cazar, incluso hasta reproducirnos estemos utilizando alguno o varios instrumentos como apoyo no significa necesariamente que esto nos haga seres “desarrollados” con una tendencia al “progreso”.
Sí, ajá, no me pelen, pero seguramente cuando ven en Pornotube a la señorita chichis utilizar un instrumento sobre su escroto con esa habilidad y destreza, ella o él está teniendo una idea clara del dominio de la razón instrumental Marxiana, que la hace a él o ella junto con #n conejitas de Hugh Hefner, más evolucionados que cualquier especie animal. Puede que sí, no las juzgo, pero cuesta trabajo creer que por el simple hecho de utilizar un dildo electrónico son seres desarrollados.
En un contexto cronológico acostumbramos decirle “primitivo” a lo que precede y “desarrollado” o “evolucionado” a lo posterior. Así mismo, constantemente nos es necesario hacer hincapié en la diferenciación de lo salvaje a lo civilizado, lo manual a lo instrumental, lo analógico a lo digital, lo viejo a lo nuevo, etc.
En estos días ha venido sonando una palabra que le debemos al señor Jobs, y, me llama la atención por la significación que tiene en nuestra cultura y sus implicaciones, me refiero a la tecnología "Touch" (sí, así se dice científicamente).
Para una simple mortal como yo es difícil entender cómo "lo touch" puede ser un instrumento tecnológico moderno y a la vez satisfacer mi necesidad manual “primitiva”.
Ya que en una perspectiva fetichista nuestra necesidad a esos objetos funciona eficazmente pues responde a la devoción objetual propia de los artículos de masas que a como dé lugar queremos poseer, además de la incertidumbre e incomprensión propia de un avance tecnológico que no entendemos su funcionamiento, pues está muy alejado de esa explicación tan a la mano que teníamos de los transistores o circuitos "en la antigüedad". No, esto ya nada que ver y lo increíble es que nos seduce por el hecho mismo de no comprender sus procesos o su funcionamiento tecnológico. No es de esos aparatos que fácilmente abramos con un desarmador y descubramos cómo funciona. No obstante, al tenerlo y sólo tocarlo, activa los más primigenios estímulos sensoriales que nos llevan a la seducción y devoción por el objeto, ohh!!
Sin embargo, bajo las perspectiva del progreso, ante tanta "manualidad" o "tactibilidad" que requiere lo touch para llevar a cabo ciertas instrucciones, caemos en arcaísmos haciéndolo más manual que lo digital, incluso más manual que lo manual. ¿Hacer un zoom con los dedos en un iphone? ¿click a una liga con las yemas? ¡¡iaaak!! es como comer con las manos, ¿no?
Esto podría ser un claro ejemplo de aquella hipótesis que decía que el instrumento suele responder no sólo a necesidades utilitarias sino a hedonismos narcisistas.
Conclusión. Me dijeron por ahí que mis textos nunca llegan a nada, a lo que respondo:
Un día vi a un perro masturbarse con una lámpara, lo que me provocó pensar en el excelente manejo de la razón instrumental. Los dejo con ese pensamiento, damitas.